Crear un curso online es una idea muy apetecible. Se trata de condensar tus conocimientos, paquetizarlos y venderlos a tu audiencia.
Esto está muy bien, pero es insuficiente.
Lo que realmente tiene que hacer tu curso es transformar la vida de tus alumnos. Según la el tamaño del cambio entre antes y después, mayor será su valor (y su precio).
En este post no te voy a presentar una colección de herramientas para alojar tu curso, sino que me voy a centrar en explicarte cómo diseñar un curso que realmente te permita entregar valor a tus alumnos y hacer que tus alumnos consigan resultados.
Que es lo más importante.
El poder transformador de tu curso online paso a paso
Para que alguien interesado en tu curso online te compre, tiene que visualizar lo que va a obtener una vez que lo haga, dónde va a llegar gracias a él. Dicho de otro modo, el poder transformador de tu curso.
Por tanto, no se trata de hacer un curso perfecto con una calidad de imagen comparable a Netflix, ya que no es lo que a la gente le importa.
Los alumnos se apuntan a un training online porque tiene un propósito, quiere transformar aspectos de su vida y/o de su negocio. Lo que les interesa es conseguir el resultado: la promesa de tu training.
Por eso los cursos en plan “curso de marketing digital” no generar ningún valor en el mercado porque es sentar al alumno a escuchar vídeos estúpidos durante horas y horas. Es comportarte como Netflix.
Cambia tu mentalidad: vende resultados
El primer aspecto, muy importante para mí, es que vayas cambiando un poco el estado mental en el que vas a enfocar este proyecto. Ya no eres alguien que produce contenido, sino alguien que produce resultados.
Este es el punto de partida.
Esta es la pregunta que debes hacerte: «¿cómo hago para que mis alumnos consigan resultados?», y no esta: «¿cómo hago para que mis alumnos vean los vídeos más profesionales posibles del mercado?».
Tu training tiene que ser un puente.
Tu alumno va a tener un punto de partida, es un estado en el que en estos momentos tiene un deseo, una visión, pero no sabe cómo llegar a este deseo. Se siente perdido, frustrado, enfadado, y es lo que quiere corregir.
Hay un estado final que es la meta, lo que quiere conseguir, lo que haría feliz a tu cliente y estar orgulloso de sus resultados.
El training lo tienes que diseñar como un puente entre estos dos estados: del punto de partida a la situación deseada. Tienes que construir un training que permita al alumno llegar del punto de partida a la cima que quiere coronar.
De hecho, este símil de la montaña es un buen símil porque, en este proceso, mi recomendación es que abordes un problema difícil de resolver.
Si lo que estás resolviendo es algo que es superfácil, vas a encontrar la respuesta haciendo una búsqueda en Google.
Tienes que atacar a problemas duros, difíciles, de gente que está buscando su alma máter en la vida, gente que tiene un negocio y tiene problemas, gente que tiene problemas serios de salud, gente que tiene problemas de aprendizajes…
Problemas difíciles de resolver que no se resuelven haciendo una búsqueda en Google ni leyendo un artículo sencillo en cinco minutos.
Cuando te enfrentas a un problema gordo, normalmente para que la gente pase del estado malo al estado bueno, vas a tener que pensar en una serie de hitos.
Estos hitos en el símil de la montaña serían como los campamentos base por los que tienes que pasar antes de hacer la escalada final y coronar la cumbre.
Estructura tu curso online desde la perspectiva del alumno
El segundo paso es estructurar los contenidos de tu training pensando en cuáles son las etapas desde la perspectiva de tu alumno.
No desde tu perspectiva, que es otro de los errores comunes de la gente: pensar en su producto y en su método, pero no lo enfocan desde lo que es la experiencia del cliente.
Ponte en la piel de tu alumno: ¿cuáles son los pasos previos que debe consolidar antes de llegar a cumbre? De esta forma, podrás acompañar muchísimo mejor a tus alumnos en todo el recorrido.
Es fundamental la transformación que en tu curso online paso a paso. A partir de ahí, tienes que entender también cómo quieres crear este curso online porque la mayoría de las personas cometen el error de crear primero el curso online y luego empezar con el marketing.
Muchos se dan cuenta que han creado un fantástico curso online que nadie quiere comprar.
Es el problema principal con el que me topo. Mucha gente me dice: «Frank, lo tengo todo, tengo el curso online hecho está en Google y, o en Hotmart y no vendo nada».
Bueno, pues mucho me temo que la has cagado, pero la has cagado meses atrás en el proceso de diseño de creación de tu propio curso.
Pasos para crear un curso online
¿Qué queremos hacer cuando creamos un curso? Queremos que llegue a la cima.
¿Cómo se hace esto? Acompañándolo paso a paso.
Crea un grupo Beta
Pasa tiempo con tus alumnos. Para ello, es fundamental que empieces con un grupo reducido, de cinco a diez alumnos, antes de crear ningún material del curso.
En esta etapa, solo tienes claro los hitos por los que tienen que llegar los alumnos. Puedes ofrecer, por ejemplo, una sesión a la semana para ir avanzando hacia estos hitos.
Aún no has creado ni un PowerPoint con diseños super chulos, no te has grabando de forma profesional porque no es el momento. ¿Por qué? Porque estás afinando el método.
De ahí la idea de hacer un proceso de cocreación con tus alumnos. Es estos primeros instantes del diseño de este curso online, quiere cocrearlo en función de los alumnos que tienes. De esta forma, te aseguras que todo lo que está en tu curso genera resultados.
Y para esto vas a trabajar con un grupo beta.
Trabajar con el formato mínimo viable para tu curso no necesitas ninguna plataforma de gestión de análisis, no necesitas grabar tu pantalla, ni mucho menos grabarte delante de la cámara.
Solo necesitas un guión de una charla que vas a dar en una herramienta como Zoom y una serie de ejercicios para que la gente llegue a los resultados que sostienen tu método de trabajo, ¿de acuerdo?
Este es el proceso que hay que hacer pensando en cocrear y afinar el producto poco a poco.
Dentro de tres o seis meses, a medida que vayas hablando con más alumnos y tengas un producto que funciona, ya podrás grabar el curso.
Es super importante conseguir muchos testimonios de alumnos que digan: «El curso de Frank funciona. He entrado así, tres meses después conseguía esto y ahora a los seis meses estoy a este nivel». Venderás más y con menos esfuerzo.
Es fundamental el diseño inicial del producto. Esto no es algo innato, nadie saca un producto perfecto al mercado en una sola iteración. Hay que ir afinando la propuesta hasta que realmente tengamos algo muy, muy bueno.
Vende tu training antes de crearlo gracias a la cocreación
El segundo tema que quiero compartir contigo es este proceso de cocreación. No se trata de poner el foco en la tecnología sino que tenemos que poner el foco en los primeros alumnos.
Lo primero que tienes que hacer es vender tu training, aunque no haya nada.
O sea, lo único que tienes es la estructura del training. Luego te das 30 o 60 días para prevender tu curso online. Si no vendes, ya tienes una respuesta: los mensajes de venta que tienes no son interesantes, el target es incorrecto o lo que ofreces no es lo que espera la gente.
De nuevo, lo que estamos haciendo es trabajar muy en la línea del Método Lean Startup, en el que creamos prototipos y, en función de los que nos cuentan los alumnos, los vamos mejorando.
Así tenemos un Time to Market, el tiempo hasta enfrentarlo al mercado más corto posible. Esto nos permite minimizar la inversión, maximizar los resultados y mejorar la calidad de nuestro producto muy rápido.
Fundamental: no crees tu training antes de venderlo. Haz todo lo contrario: vender el curso online y empieza a trabajar con un grupo reducido de alumnos.
Si te fijas, lo que estás ofreciendo, más que un curso online como tal, es un proceso de acompañamiento.
Lo puedes plantear en 1 a 1 o lo puedes plantear en 1 a N, en grupo.
Ofrece un seguimiento grupal
Quiero explicarte por qué prefiero trabajar con grupos.
Tenemos que plantearnos lo que es la experiencia de estos alumnos. Si estoy en un grupo, todos compartimos el mismo objetivo y tengo a cinco o seis compañeros de aventura.
Primero, voy a hacer amistades, con lo cual es aún mejor que conectar con un mentor. Conecto con el mentor, pero además tengo aquí un grupo de gente con quien puedo conectar.
Cuando escucho a los demás hablar de los problemas que tienen o las victorias que tienen, esto me permite acelerar mi aprendizaje. Cuando tenga un bache y sea menos consistente con mi esfuerzo, seguramente la gente del grupo me va a animar.
Este grupo hace que el conjunto de los participantes consigan más resultados, de mayor impacto y más rápido. Esto es un hecho.
Las ventajas de crear grupos en los procesos de transformación personal están demostradas científicamente. Hay muchísimos ejemplos. Piensa, por ejemplo, en todos los temas de adicción. La figura del grupo es parte del proceso terapéutico.
Esta figura del grupo que era completamente establecida en el mundo micro, ahora está transitando a lo que es el mundo del coaching y del consulting.
Nos damos cuenta que trabajando así, en pequeñas células de gente que está interconectada en la red, vamos a conseguir mejores resultados de todo el grupo.
Cuando te digo que para mí el nuevo consulting es la formación grupal, de verdad lo pienso. Es mi visión. Dentro de unos años, quizás de una década, estoy seguro que las personas sólo van a querer hacer consulting en grupo porque va a ser mucho más eficaz.
Estarán mucho más enfocadas las propuestas que se hagan en el mercado, van a tener mayores resultados y van a poder pues satisfacer su sed de conocimientos y su sed de experiencia.
Vende tu curso online como una experiencia
Vivimos un momento en el mundo occidental en el que la gente quiere encontrar experiencias más que productos enlatados o resultados sin experimentar nada con el resultado. Este tema para mí es especialmente importante.
El proceso de creación de cualquier curso online es empezar con un acompañamiento individual, luego a dar el salto a hacer este mismo acompañamiento a un grupo, para terminar – en unos meses o en unos años – creando un curso online como lo tienes en mente.
Ahora mismo, este curso online no debe ser el punto de partida, debe ser la meta. Antes tienes que validar que este curso realmente sea capaz de transformar a tus alumnos.
Esto que te estoy contando no es el típico vídeo de cómo hacer un curso online con tácticas. No. “Tendrás que crear un máximo de cinco o siete módulos y cada módulo deberá ser una clase de diez minutos y no sé qué”. Esto son detalles.
Lo fundamental es que tu método consiga la transformación, porque esta transformación va a ser la base de tus mensajes de ventas.
Es lo que proyectas al mercado y es la promesa que haces al mercado, entonces lo primero que tenemos que tratar es que realmente nuestro curso transforma la vida de nuestros clientes.
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