Esta semana quiero hablarte sobre la importancia de implementar rutinas en tu vida.
Del infinito poder que tiene.
Yo creo que es algo fundamental en los emprendedores: la capacidad de tener buenos hábitos de trabajo y de vida en general.
¿Qué es una rutina?
Las rutinas impactan directamente en tu capacidad productiva y tu bienestar.
El como vives tu proyecto y las emociones que estás sintiendo con él.
Pero primero debemos definir lo que es una rutina.
Una rutina es: ejecutar una actividad, una tarea, siempre a la misma hora y en el mismo sitio.
Ésta es la definición fácil de una rutina, cualquier otra cosa puede ser una tarea recurrente, pero no es exactamente una rutina.
Dos tipos de rutinas:
Las rutinas positivas: son las que te hacen sentir mejor y las que te permiten producir más, rendir más en tu negocio o en tu vida.
Las rutinas negativas: son los malos hábitos que tenemos en nuestra vida y los que nos impiden avanzar tanto en lo profesional como en lo personal. Tu capacidad se ve afectada para llegar a estos objetivos y conseguir lo que te has marcado.
Normalmente las rutinas positivas tardan algo de tiempo en implementarse y necesitan de mucha constancia por tu parte para llegar a formar parte de tu rutina diaria.
Por contra, y por ponerte un ejemplo de rutina negativa: hay personas que se acostumbran a vivir gastando más de lo que ingresan, esto es un círculo vicioso que con el paso del tiempo solo puede ir a peor.
Entonces, ¿por qué se crean las rutinas?
Por qué se crean las rutinas
Hay dos razones, la primera es una razón fisiológica.
El cerebro es un gran perezoso, busca una rutina para poder ejecutar ciertas tareas sin pensar.
Vamos a fijarnos en el gasto energético que supone ejecutar una rutina.
Por ejemplo, si cada vez que te levantas por la mañana meditas cinco minutos, esto ya forma parte de tu día a día.
El cerebro no tiene que pensar, solamente encuentra un disparador, y ejecuta.
Para esto, el cerebro no necesita gastar muchas energías.
En cambio si te planteas un reto que consiste en resolver un problema que nunca has afrontado antes en la vida, el cerebro va a estar a tope, va a estar consumiendo un montón de energía.
No sabe muy bien cómo reaccionar frente a este reto que es completamente nuevo.
Así que el cerebro trabaja para crear esta rutina y así optimizar la energía que le llega.
Las rutinas son importantes en aspectos que tienen que ver con tu negocio, no basta con tener una buena oferta, con conocer tu mercado, tienes que ser tú capaz de ejecutar lo que es la misión y la visión que has tenido, fundamental este tema.
¿Cómo hacer para que estas rutinas malas se eliminen de tu vida, o buenas se integran en tu vida?
Para hacer esto tienes que hacer un anclaje de identidad.
Voy a tratar de explicarte esto de forma sencilla.
Si te defines como un músico, ¿qué hace un músico de forma natural?. En sus rutinas este músico práctica varias horas al día su instrumento.
Si te defines como un deportista, de forma natural, en tu día a día vas a realizar muchos ejercicios para estar en forma y seguramente entrenarás para hacer competiciones.
Y si te defines como un emprendedor de éxito pues tendrás que tener la rutina de un emprendedor de éxito.
En este caso hay algo que encontramos en casi todos los emprendedores de éxito: son dos tareas, una esla meditación y la otra es el journaling, como se dice en inglés, que significa el hecho de tener un plan diario, un diario en el que ir apuntando y reflexionando sobre el día, haciendo pequeños post mortem.
Entonces si ya has definido tu identidad acerca de cómo ser un emprendedor de éxito, te va a ser mucho más fácil integrar estas rutinas en tu vida, porque cualquier cambio siempre conlleva un esfuerzo.
Al principio, tómate las tres primeras semanas para implementar esta rutina, luego será mucho más fácil y puedes considerar que a los 90 días esta rutina realmente forma parte de ti y ya no se cuestiona.
Fuera los malos hábitos.
¿Cómo puedes atacar hábitos negativos? Imagínate que quieres perder 25 kilos, ¿qué harías si quisieras perder este peso? ¿Alimentarte de forma saludable o seguir comiendo dulces y comida basura? ¿Hacer deporte o quedarte parado en el sofá?
Como puedes ver es fundamental saber quién eres y en cada momento tener un punto de control para ver cómo te estás comportando.
Modifica tu entorno
Es mucho más fácil modificar lo que es tu entorno, que apostar por tu motivación.
Tu fuerza de voluntad cubre riesgos completamente sobrevalorados.
Por ejemplo, si sufres un problema de adicción al tabaco o al alcohol, lo primero que tienes que hacer es vaciar tu casa de estos productos.
No debes tener en ningún sitio ni cigarrillos, ni alcohol, te será mucho más fácil controlar tus impulso.
Pues esto le pasa también al emprendedor.
Si llevas meses sintiéndote un poco quemado, poco productivo, tienes tratar de reorganizar o incluso redecorar tu espacio de trabajo, quizás solo baste con poner una planta.
Cambia un poco el entorno para que te sientas más a gusto, y que la energía que fluya sea mucho mejor.
Y si no es suficiente, porque, por ejemplo, tu familia no para de interrumpirte cuando estás trabajando, en este caso, vete a un coworking.
Una pequeña modificación en tu entorno puede tener grandes consecuencias y grandes resultados en lo que es tu día a día.
Cuando vivimos en el mundo de los emprendedores, siempre tenemos que convivir con la inseguridad y la incertidumbre, y estas son sensaciones difíciles de lidiar a menudo porque siempre convivimos con el riesgo.
Si todos los días escuchas a personas negativas que trabajan por cuenta ajena, que dicen que deberías dejar de luchar por tu negocio porque es una mala idea, esta es una de las fuentes que deberías quitarte de en medio para ser mucho más productivo.
Implementa hábitos productivos
Lo primero que tienes que hacer es tomar conciencia de que tienes un problema, a menudo ni siquiera nos damos cuenta.
Por ejemplo, si resuelves tus problemas emocionales a golpe de comida basura, tienes que tomar conciencia, es el primer paso, sin esto no vas a poder absolutamente nada.
También tendrás que tomar una decisión, «yo haré nuevo hábito», como por ejemplo: comer una fruta cinco veces al día todos los días del año, esto ya es un paso.
Como dicen los americanos, este es el punto de divergencia sobre el cual vas a poder medir si lo estás haciendo bien o lo estás haciendo mal.
Truco para comenzar con nuevos hábitos
- Por ejemplo, antes de ir a la cama, si quieres incorporar en tu vida el hábito de leer, puedes decir: «Mira, justo después de lavarme los dientes, voy a la cama y voy a leer 20 minutos».
Puedes hasta colocar el libro que estás leyendo en tu almohada cuando te levantas por la mañana, para estar seguro de que esté en su sitio cuando vuelvas a hacer esta actividad.
Si haces esto, si empleas hábitos nuevos sobre hábitos que ya existen, es mucho más fácil conseguir que se mantengan en el tiempo.
Para los hábitos que más te gustan, podríamos decir que la idea es siempre utilizar uno de anclaje.
Ejemplo: “justo después de llevar las niñas al cole me iré a hacer deporte durante media hora, y después lo que haré es sentarme en el parque a escuchar música y meditar un poco».
Esto va a disparar un chute de dopamina que va a hacer más fácil prolongar este hábito en el tiempo.
Si eres capaz de seguir adelante con tus rutinas, en 21 días te vas a sentir mucho mejor y en 90 días ya no vas a cuestionar el hecho de hacerlas, porque vas a ver que si no lo haces te sentirás fatal.
¿La gente cambia?
Mucha gente dice que las personas no cambian, y tengo que decir que eso es falso, las personas cambian cuando quieren.
Para mí, cambiar es posible siempre y cuando tomes conciencia de cosas que estás haciendo mal y cosas que no estás haciendo en tu vida, de todo lo que quieres incorporar en tu nueva vida.
Mi recomendación es que arranques con una sola rutina y añadas las cosas poco a poco. Porque si de repente colocas 10 rutinas nuevas en tu vida es probable que al final pinches.
Si vas incorporando las rutinas poco a poco vas a ver una mejoría sustancial en los resultados que puedes tener en tu negocio.
¿Por qué este tema es especialmente importante en negocios pequeños?
El activo principal de tu negocio eres tú, si tus niveles de energía son bajos, si tus pensamientos son negativos, si tus palabras (que se generan en tus pensamientos) están llenas de pesimismo, es obvio que no vas a lograr crear el legado que estás buscando crear.
Por eso te animo a incorporar estas rutinas y a utilizar tu tiempo de forma mucho más estratégico, pensando que el activo número uno eres tú.