¿Te has preguntado alguna vez por qué hay personas para las que conseguir objetivos parece algo sencillo y a otras les cuesta mucho lograrlos o nunca llegan a alcanzar sus metas?
¿Te gustaría saber cómo conseguir tus objetivos profesionales a largo plazo? Si la respuesta es sí, estás en el lugar adecuado.
En este post vas a descubrir todas las claves para que no haya meta que se te resista, por difícil, ambiciosa o imposible que parezca.
¡Empezamos!
¿Por qué nos cuesta conseguir objetivos?
Puede que pienses que las posibilidades de cumplir metas depende de si estas son más o menos difíciles.
Pero no.
Las 4 razones principales por las que no logramos los objetivos que nos proponemos son:
- Falta de claridad: los objetivos abstractos, demasiado genéricos e imprecisos son difíciles de conseguir.
- Falta de compromiso: todos conocemos el dicho de “querer es poder”. Pero sin un compromiso profundo, nuestras metas se vuelven inalcanzables.
- Falta de foco: la dispersión y las distracciones en cuestiones irrelevantes también nos alejan de nuestros objetivos.
- Falta de confianza: una mentalidad inadecuada y las creencias limitantes pueden ser un auténtico lastre para cumplir objetivos.
Bueno, ahora que sabemos qué nos impide conseguir lo que queremos, veamos qué hacer para ser imparables.
Cómo definir objetivos profesionales a largo plazo
Puede sonar evidente, pero una cosa es elegir objetivos y otra muy distinta elegirlos de forma correcta.
Así que voy a contarte un par de claves para que definas tus metas profesionales de forma efectiva.
Márcate objetivos inteligentes
SMART, que dicen en habla inglesa.
Es decir, que a la hora de definir una meta, asegúrate que cumplen estas condiciones:
Específico: un objetivo debe ser concreto. Por ejemplo, “quiero facturar más con mi negocio” no es un objetivo específico. “Quiero generar 70.000€ más en los próximos 12 meses” sí es concreto. ¿Ves la diferencia?
Medible: necesitas ser capaz de medir los progresos, para saber si vas por el camino correcto y no te desvías ni te despistas.
Alcanzable: un objetivo debe ser perfectamente realizable en las condiciones con las que se cuenta y con los métodos y recursos de los que dispones. Por ejemplo, pretender facturar un millón de euros con tu negocio cuando ahora mismo apenas llegas a los 1.000 o 2.000 € es poco realista y difícilmente alcanzable.
Relevante: tus objetivos deben ir alineados contigo, con tus valores y con tu propósito para que te motive y te dé fuerza a luchar por él. Elegir metas que te dejan indiferente no parece muy inteligente, ¿verdad?
Temporal: nuestros objetivos deben estar delimitados en el tiempo y tener una línea en el tiempo, para avanzar paso a paso de forma organizada.
Hazte las preguntas adecuadas
¿Son tus objetivos SMART?
Bien. Pero antes de darlos por buenos, vamos a ver si pasan un segundo filtro: el de las 3 preguntas que debes hacerte para saber si has elegido un buen objetivo o necesitas revisarlo o replantearlo.
- ¿Por qué es importante para ti este objetivo? Puede que descubras que hay metas profesionales a largo plazo que en el fondo no te interesan mucho o que las persigues porque lo hacen los demás.
- Si consigues el objetivo, ¿qué conseguirás? El propósito de definir un objetivo es cumplirlo. Y el propósito de cumplir objetivos es conseguir algo concreto que deseas.
- ¿Y qué pasa si no lo consigues? Si lograr una meta tiene el mismo impacto en tu vida o en tu negocio que no lograrla, definitivamente es un mal objetivo. Elige aquellos que vayan a ayudarte de verdad a conseguir una verdadera transformación.
Las 12 estrategias para conseguir metas profesionales a largo plazo
Si hay personas capaces de lograr metas mientras que otras no lo logran por mucho que lo intenten, quiere decir que en este empeño de lograr nuestros sueños existe un camino bueno para lograrlo y otro no tan bueno.
Vamos a desvelar cómo seguir los pasos de las personas que consiguen todo lo que se proponen para que tú te conviertas en una de ellas.
1. Decide qué quieres conseguir y visualiza el resultado
Si no sabes dónde vas, ¿cómo vas a saber que has llegado a tu destino?
Por eso, te animo a que hagas un ejercicio de visualización en el que pienses cómo quieres que sea tu negocio y tu vida dentro de tres, cinco, 10 o incluso 20 años.
Esta visualización te resultará muy útil para evitar la dispersión en el camino, mantener el foco en lo que debes centrarte para conseguir tus metas y para mantenerte motivado.
2. Plasma por escrito tus objetivos profesionales a largo plazo
No lo digo yo, sino la ciencia: está demostrado que la gente que pone por escrito tus objetivos, tienen más posibilidades de conseguirlos que los que solo los piensan.
¿Por qué?
Porque al escribirlos establecemos de forma inconsciente un compromiso con nosotros mismos, se graban en nuestra en mente y es más sencillo que pongamos en marcha estrategias y acciones que nos hagan dar pasos hacia su consecución.
3. No subestimes el poder del largo plazo
Plantear un objetivo a largo plazo da pereza. Se ve lejano. Parece menos real.
Por poner un ejemplo sencillo, si una persona quiere adelgazar 15 kilos, proponerse conseguirlo en 1 mes es absurdo, además de imposible.
Si quieres conseguir libertad financiera, plantearlo a 15-20 años vista es realista, pero no lo es si pretendes lograrlo en 6 meses.
Recuerda que la mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden hacer en un año y subestiman lo que pueden lograr en una década. Así que tenlo en cuenta cuando pienses cómo conseguir lo que quieres.
4. Rodéate de las personas adecuadas
Decía Jim Rohn que “somos la media de las 5 personas con las que más tiempo pasamos”.
Es indudable el poder que puede ejercer sobre nosotros nuestro entorno, así que si quieres convertirte en un emprendedor de éxito y tener un negocio imparable, rodéate de otros emprendedores con las mismas ambiciones y energía de crecimiento que tienes tú.
Entra en contacto con comunidades o grupos de negocios, emprendimiento o networking de los que puedas formar parte.
Si quieres convertirte en un atleta, comparte tiempo y entrenamiento con otros deportistas.
Parece lógico, ¿verdad?
5. Divide tus metas en objetivos más pequeños
Ningún escalador se plantea llegar a la cima de una montaña de 8000 metros de altura del tirón.
Ascienden por etapas.
Y lo mismo debes hacer tú para conseguir objetivos personales y profesionales: dividirlos en tareas pequeñas, específicas y asumibles.
De este modo, te resultará más sencillo mantener la motivación alta, evitarás la frustración, espantarás el agobio y el camino te resultará estimulante cada día.
6. Aprende a delegar
Vale, De hecho, hazme caso: el modo campeón puede ser un lastre en tu afán son tus metas. Pero eso no quiere decir que tengas que hacerlo todo tú solito.
¿Solución?
Aprender a delegar y apoyarte en ayuda externa.
Es muy posible que al principio te cueste, pero te aseguro que no vas a tardar en comprobar la diferencia entre intentar abarcar todo tú o liberarte de tareas en las que no eres imprescindible o están fuera de tu área de especialidad.
7. Mide tus progresos
Decide qué métricas vas a utilizar para medir y controlar tus avances.
Te servirá tanto para ser consciente de que los pasos que des van en la dirección correcta y no perder la motivación a las pocas semanas de empezar a perseguir una meta.
8. Cultiva pensamientos positivos
Puede sonarte a cliché, pero lo cierto es que mantener una actitud positiva te ayuda a conseguir tus metas profesionales a largo plazo.
Si constantemente tienes pensamientos negativos, te centras en las dificultades y tiendes a desarrollar una actitud de queja, sin darte cuenta estarás saboteando tus planes. Sin embargo, si alimentas tu mente con pensamientos positivos, de forma inconsciente darás los pasos necesarios para conseguir todo lo que te propongas.
9. Celebra tus éxitos
Por pequeños que sean.
Celebrar tus victorias actúa a modo de recompensa interna, alimenta tu motivación, refuerza tu autoestima, aumenta la seguridad en ti mismo y fortalece tu compromiso personal con tus objetivos.
10. Alinea tus objetivos con tu misión y tu propósito vital
¿Te acuerdas que antes hablamos de definir objetivos relevantes para ti y que de verdad te importe?
Este punto tiene mucho que ver con eso.
Cuando lograr tus metas significa cumplir con tu propósito vital, el camino hasta conseguirlo es más llevadero, gratificante y estimulante.
Claro que para conseguir alinear tus objetivos profesionales a largo plazo con tu propósito es necesario conocerlo. Así que si no lo tienes claro, te animo a hacer un ejercicio de introspección personal hasta descubrirlo.
11. Organiza tu tiempo y tu energía en función de tus objetivos
Los primeros días en los que perseguimos una meta estamos muy motivados. Pero a medida que pasan los días, esa motivación inicial empieza a bajar.
Volvemos a estar muy ocupados, sentimos que no tenemos tiempo para nada más y al final luchar por un objetivo puede convertirse en todo un reto.
¿Qué podemos hacer para no dejar a medias nuestro propósito?
Organizar mejor nuestro tiempo. Y hacerlo teniendo en mente las metas que queremos conseguir.
¿Cómo?
Aquí tienes 3 trucos que puedes implementar desde hoy mismo:
- Planifica tu día la noche anterior.
- Empieza tu jornada haciendo lo más importante (lo que yo llamo “la tarea roca”).
- Reserva las horas en las que tu energía es óptima para realizar tareas que te acerquen a tus propósitos.
12. Elimina tus creencias limitantes
Ya vimos al principio de este artículo que una de las razones principales por las que no conseguimos nuestros objetivos profesionales está relacionada con las creencias limitantes.
Así que antes de convertirte en un emprendedor de éxito dispuesto a comerte el mundo, necesitas reprogramar tu mente, tendrás que desaprender primero, antes de volver a aprender un nuevo modus operandi.
Matar el campeón que llevas dentro y transformarlo en la persona capaz de conseguir lo que sea.
¿Cómo se hace esto?
Te lo cuento en este vídeo.
Hay un último consejo que te resultará de gran ayuda para conseguir objetivos profesionales a largo plazo.
Trabaja con un mentor
O dicho de otro modo: déjate ayudar por alguien en quien confías, ha recorrido el camino que tú vas a recorrer y sabes que ha conseguido lo que tú quieres lograr.
¿Por qué elegir trabajar con un mentor es una decisión más inteligente?
Muy fácil, porque:
- Es más seguro
- Es más rápido
- Maximizas tu probabilidad de éxito
- Es más interactivo, haces preguntas y consigues respuestas
- Es más divertido
El mentor pone el método y el soporte.
Tú, aprender e implementar, de forma sistemática y consistente con tu esfuerzo.
Y llegados a este punto, si quieres conocer el sistema que utilizo en mi negocio para cumplir con todos mis objetivos y te gustaría implementar el método probado que ha funcionado con cientos de proyectos, te invito a este training gratuito.