Cuando comenzaste tu negocio, querías tener éxito.
Imaginaste tu futuro con todo lujo de detalles: tener unos ingresos que te permitieran vivir cómodamente y no privarte de nada.
Trabajar menos que si fueras empleado y ganar mucho más. Ser dueño de un negocio exitoso que te permitiera disfrutar de la vida.
Y sí, has conseguido éxito, pero a costa de renunciar a tu ocio y de pasar poco tiempo con tu familia. Ese no es el concepto de tener éxito en los negocios que tenías en mente.
Vamos a ver cómo revertir esta situación para ganar más, trabajando menos.
La fórmula del éxito en los negocios
El éxito es el resultado de una serie de cosas que has implementado, en tu negocio y en tu vida. ¿Cuáles son estos tres parámetros que condicionen, digamos, la probabilidad de que vayas a conseguir éxito con tu negocio?
Vamos a seguir una fórmula muy sencilla que cuenta por tres parámetros para poder tener éxito en los negocios. Esta fórmula la he sacado de un libro que se llama Double Double, escrito por Cameron Herold.
El autor presenta una fórmula que me parece super acertada, declarando que es el éxito en los negocios.
Entonces hay tres elementos, esta fórmula es F multiplicado por F, multiplicado por E, y tiene como consecuencia un resultado que es el éxito, te voy a presentar estos tres parámetros.
Foco
El primer «F», es la «F» de foco, es absolutamente fundamental que tengas un foco absoluto en tus metas, foco también en tus prioridades vitales, porque si no es probable que vayas derivando hacia otras metas, foco también en lo que es el sistema que te va a permitir llegar a estas metas.
Muchos tenemos metas muy poderosas, pero si no pensamos en el sistema que garantice que si lo ejecutamos correctamente día tras día lleguemos al éxito, es probable que no las logremos.
Si no sabes cómo lograr tus metas, seguramente te quedarás con un montón de frustraciones y muy poco sabor a éxito.
Entonces, el primer elemento que tienes que dominar es la «F» de foco. Céntrate en lo que te ocupa. Y olvida el resto.
Fe
Segunda «F», es la «F» de fe. No se trata de creer en una divinidad (que es muy respetable) si no de creer en ti mismo. Tengo fe en las cosas que hago, tengo fe en mí, tengo fe en mis habilidades.
La fe es el resultado de los niveles de autoconfianza que puedes tener en ti, en tu equipo y en lo que estás ejecutando en cada momento. Este segundo parámetro es absolutamente clave.
Si tienes dudas en lo que estás haciendo, estás enviando un mensaje absolutamente nefasto a tu mente inconsciente.
Esfuerzo
Y el tercer parámetro de esta fórmula es la «E» de esfuerzo. Sin trabajo no irás a ninguna parte, no te engañes.
Es aquí donde flaquean muchas personas: desean éxito pero no están dispuestas a pagar el precio, realizar el sacrificio que conllevan los sueños que tenemos.
Si adecuas tu nivel de esfuerzos y elevas tus criterios de calidad, es probable que, poco a poco, vayas consiguiendo lo que te has propuesto.
Cómo aplicar la fórmula en tu negocio
Esta fórmula es super sencilla, ves que solo hay tres parámetros. Ahora quiero que entiendas un poco la dinámica de estos elementos.
Por ejemplo, vamos a anotar estos tres elementos en un porcentaje que termina dando una valoración a cada uno de los elementos.
Primer caso
Vamos a tener un 50 por ciento de foco, un 50 por ciento de fe y un 50 por ciento de esfuerzo.
El resultado de este producto, de la multiplicación de estos tres elementos, tan solo son 13 por ciento.
Es mucho mejor jugar a la lotería, si tan solo crees al 50 por ciento las cosas que estás haciendo.
Segundo caso
Si aplicamos un parámetro un poco más elevado, por ejemplo, el 80 por ciento de la ley de Pareto, 80 por ciento de foco, 80 por ciento de fe y 80 por ciento de esfuerzo, esto nos lleva al 51 por ciento.
Tampoco es mucho: tienes una de cada dos probabilidades.
En uno de cada dos casos no vas a lograr tus metas.
Tercer caso
Si pasamos al 90 por ciento, pues, el resultado de estos tres parámetros al 90 por ciento, tan solo es un 73 por ciento, entonces, ¿qué debes tener para poder realmente lograr éxito?
Debes elevar estas notas al 98 por ciento.
Con lo cual, debes tener un foco absoluto sobre en lo que tienes que hacer para llegar a tus metas y prioridades vitales para no descentrarte en ningún momento.
Debes tener una fe inquebrantable en tu proyecto, en ti, en tu equipo, en tu visión y en tu capacidad, para poder estar seguro de llegar a buen puerto.
Y debes elevar tu esfuerzo hacia un 98 por ciento, de tal forma que, cuando estos tres parámetros están a estos niveles, tengas un 94 por ciento de probabilidades de llegar al éxito.
Por tanto, el éxito en los negocios es el resultado de un proceso de pensar, ejecutar y esforzarse.
Es un proceso que tampoco es tan complejo.
Puedes llegar a las metas que te propones, siempre y cuando estas dispuesto a reorganizar primero tu negocio y luego a reorganizar tu vida, para poder llegar a los sueños más ambiciosos.
Lo mejor de esta fórmula es que es completamente aplicable a cualquier proyecto de vida, sea el que sea.
Cómo triunfar en los negocios digitales
Tan solo necesitas 2 cosas para triunfar con tu negocio digital.
1. Poner en marcha un sistema probado
Tener un sistema online que capte clientes 24*7 para vender servicios y soluciones PREMIUM.
2. Atraer hacia tu sistema tráfico cualificado
Captar a tu cliente perfecto, es decir, aquellas personas con ganas de comprar tu solución.
Solo necesitas estas dos cosas para triunfar con tu negocio digital.
Tienes que dejar atrás los viejos paradigmas para captar clientes y adaptarte a los nuevos tiempos, a los nuevos sistemas que funcionan y que sabes que te van a permitir avanzar y crecer.
Hay que ser consciente, de que si queremos vender más y mejor a nuestros clientes, no podemos automatizar todo los procesos, como he comentado antes, no todos los servicios se pueden vender de esta forma, los servicios premium no.
Hábitos para tener éxito en los negocios
Tan solo existen tres hábitos que te preparan para el éxito. Y justo de esto te quiero hablar hoy. Quiero compartir contigo tres rutinas que yo tengo implementado en mi vida y en mi negocio. Estás tres rutinas me están produciendo resultados muy buenos.
Además de obtener resultados en mí, también están produciendo los mismos resultados en todos los alumnos que acompaño en mis formación y mis mentoring.
Y, por eso mismo, quiero que pongas en marcha estas rutinas en tu propia vida, porque vas a ver beneficios tremendos en muy poco tiempo.
7 señales de que vas a triunfar en los negocios
Siempre que hablo con un emprendedor, analizo estas 7 señales:
1. Tener un punto de obsesión
Yo sé que hay mucha gente que te habla del concepto de equilibrar la vida y el trabajo. Desde luego, no creo en esta idea.
Creo que las grandes cosas siempre se han construido a golpe de desequilibrio.
Es cierto que cuando haces esto, es fundamental que este desequilibrio tenga fecha de inicio y de fin, porque si no, puedes tener problemas mayores.
Por esta razón hay tantos emprendedores que acaban divorciándose.
Pero si quieres construir de verdad un súper negocio en el que tú seas el líder de un movimiento y tener la capacidad de impactar a muchas personas, ten muy claro que vas a tener que obsesionarte literalmente con esta idea.
2. Paciencia y foco
Me topo con demasiados emprendedores que son como las mariposas. Pasan de flor en flor buscando una solución mágica que en 30 días va a introducir un punto de inflexión en su recorrido emprendedor.
Debes tener muy claro que tienes que elegir lo que tienes que construir. Tienes que inmutar tu talento y alinear lo que es tu talento con tu negocio.
En este caso, vas a poder impactar muchas vidas.
De ahí la importancia de tener paciencia y foco.
Un emprendedor de verdad va a afrontar problemas y a veces problemas que duran meses o años antes de superarse, pero esto da igual.
No por eso te vas a desanimar. O no por eso vas a dudar de tu modelo de negocio. O no por eso vas a dudar del método que estás siguiendo.
Todos los métodos funcionan, siempre y cuando sea el método adecuado para ti y que tú sepas operar con ese modelo.
3. Hacerse responsable de todo
Tanto de los resultados buenos como de los fracasos.
Este es el camino en el que siempre estás afrontando cosas nuevas, en el que siempre estás aprendiendo, tienes que dejarte tiempo para poder adquirir estas nuevas habilidades.
Y esto requiere paciencia, y más en el mundo en el que vivimos que hemos perdido totalmente la paciencia.
No solamente en los niños, sino que veo que personas adultas, bien preparadas, con formaciones a veces muy potentes, no tienen ni la más mínima paciencia para poder desarrollar su propia actividad.
La paciencia es fundamental y es aún más importante porque va a marcar el cómo vas a vivir esta experiencia de emprendimiento.
Es una decisión sufrirlo todo el rato, estar agobiado, frustrado, o es la misma decisión decidir darte tiempo, mirar más bien los progresos en vez de obsesionarte con todo lo que te falta por recorrer.
En este caso, si tú pones el foco en los progresos más que en los resultados o lo que te falta, pues en este caso, vas a disfrutar mucho más y te vas a dar un espacio para el aprendizaje, para la experimentación.
Debes tener muy buenos motivos para estar emprendiendo, porque si estos motivos no son sólidos, te garantizo que caerás, quizá no en la primera tormenta, pero sí en la segunda o tercera.
Emprender no es un caminito de rosas en el que todo va bien.
El verdadero emprendedor tiene capacidad de superar problemas que nunca ha afrontado antes.
4. El cerebro en constante evolución
Si siempre estás ideando cosas nuevas, tanto en tu cabeza como en el equipo de colaboradores que puedes tener, es muy positivo.
Significa que tu mente está atenta a oportunidades, y todos los emprendedores tienen esta capacidad de estar percibiendo oportunidades donde los demás están a ciegas.
Sin embargo, si tienes muchas ideas, quizás en algún momento vas a necesitar canalizar esas ideas, yYa que esto puede llegar a ser un desgaste muy importante para ti y para los tuyos (para tu familia y para los que trabajan contigo).
Ésta una señal que he encontrado en absolutamente en todos los alumnos que han conseguido grandes resultados.
Esta capacidad de siempre tener ideas, de hacer cosas nuevas, de escuchar y encontrar ideas.
Tener el cerebro despierto es una de las señales que a mí me gusta ver en la gente que consigue resultados.
5. Capacidad de aprendizaje brutal
Los alumnos con esta capacidad, suelen ser los que más participan en los trainings, son los que comparten todo lo que están haciendo con los compañeros, etc. En definitiva, son los mejores alumnos.
Pero esto no lo hacen escondidos detrás de la pantalla, sino que trabajan en abierto y comparten todo lo que hacen.
Sus cagadas también, y de éstas hacen muchas, pero al final estas personas no solamente se limitan a aprender, sino que implementan, por lo que al final validan estos conocimientos.
Estos conocimientos pasan de información a experiencia y validan lo que están aprendiendo.
6. Capacidad de cuestionar siempre lo que están haciendo
Esta capacidad les permiten superarse día a día, dar siempre más y superarse en lo que están haciendo.
Ellos triunfan con sus negocios y además están en una auto-competición consigo mismos. Entienden que viven en un mundo en el que cada vez habrá más competencia.
Sus criterios de calidad sobre lo que hacen marcarán diferencias abismales.
Esta característica también del aprendizaje y de competir para llegar a ser el número uno es algo que he visto en muchos de mis casos de éxito.
Algunos terminan superando al maestro.
Tienen mejores resultados que yo mismo con este sistema.
Son personas que prefieren hacer, equivocarse y volver a intentarlo. Pero en base a sus acciones, no en base a intuiciones.
7. Capacidad para aceptar el ‘no’ por respuesta
Hay un video muy bueno en internet, es un chico que ha tenido un proyecto de vivir 100 días de rechazo.
Esta persona lo único que hace es hacer cosas un poco locas para escuchar el «no» de las personas.
A lo largo de estos 100 días, se da cuenta que conseguir el rechazo no es para tanto y que al final salen cosas positivas de estas experiencias.
Estas personas tienen la capacidad de lanzarse y aceptar un «no» como tal, no pasa nada.
El «no» significa «bueno, mañana lo harás mejor». Y si hay un «sí», elevan sus criterios de calidad.
Si tienes estos siete elementos, tienes todo lo que hace falta para poder transformar tu negocio en un gran negocio.
¿Qué te falta algo más de paciencia y poder de ejecución? Quizá acudir a un mentor puede acelerar la construcción de resultados para ti.
Céntrate en los progresos, no en lo que falta
La segunda cosa que quiero que hagas es tener una práctica abundante. Voy a tratar de explicarme porque hay mucha gente que tiene una percepción errónea de lo que es la abundancia.
La abundancia no es el dinero, la abundancia es un estado, es una forma de pensar.
En este caso lo quiero enfocar en que tengas la capacidad de mirar mejor los progresos que estás haciendo en estas cuatro áreas que te he mencionado antes.
La idea es que mires los progresos en vez de mirar siempre lo que te falta.
Piensa que si el punto de partida de tus pensamientos es la envidia, seguramente vas a pensar que todo lo que ocurre es injusto, que hay una especie de conspiración que hace que otros tengan cosas que deberían ser tuyas.
Todo esto es mentalidad de escasez y es lo que quiero que arregles.
Cuando tienes este tipo de mentalidad también lo aplicas a ti mismo. Y siempre estarás pendiente de lo que te falta y nunca vas a estar contento con lo que estás haciendo.
Siempre creerás que puedes ejecutar mejor, que puedes ejecutar más y a la final pues vives un día a día completamente agobiante. En lo único que hay en tu día a día son quejas y son energía bastante tóxica.
Entonces, quiero que cambies el chip, quiero que el impulso inicial de esta práctica abundante sea la gratitud. Y que estés contento con lo que tienes en cada momento.
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