¿Contratar personal o no contratar? Esta es la pregunta que todos los meses se hacen muchos emprendedores.
El negocio despega y hace falta ayuda en el equipo; es el momento de delegar. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿qué alternativas existen? ¿cuál es la que más te conviene?
Vamos a aclarar un poco esta cuestión y te voy a explicar las ventajas e inconvenientes de las dos fórmulas entre las que puedes elegir:
- Contratar a un trabajador, como empleado
- Contratar a un freelance, como colaborador o proveedor
Los costes difieren mucho entre una y otra opción. Pero también la relación laboral que os unirá.
Cuánto cuesta contratar a un trabajador
Para empezar, debes tener claro que los costes de tener un empleado son mucho más altos que los de contratar un freelance.
Tener a una persona formando parte de tu equipo por medio de una contratación te aportará, en principio, estabilidad; pero también lleva parejas una serie de costes económicos y obligaciones que has de asumir.
¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE CONTRATAR A UN EMPLEADO?
Si te unes a esa persona con una relación contractual, ese profesional pasa a ser tu empleado.
Como tal, forma parte con todo el derecho de tu equipo. Ambos tendréis una serie de derechos y obligaciones con el otro.
Como ventajas para ti se pueden apuntar varias:
- Establecerás una relación más estable en el aspecto profesional con la persona contratada.
- Tendrá disponibilidad para tu empresa en los términos en los que lo hayáis acordado.
- Se supone que estará involucrado en el negocio.
- Presumiblemente, será un profesional fiel a la empresa.
- Formar parte del equipo hará que desarrolle un sentimiento de pertenencia y podrá sentirse motivado para dar lo mejor de sí y aportar al negocio.
INCONVENIENTES DE CONTRATAR A UN EMPLEADO
Pero contratar también tiene una serie de inconvenientes. Veámoslos.
El más claro es el coste que supone para tu empresa.
Necesitas hacer un contrato de trabajo.
Ese contrato de trabajo, además, lleva parejos una serie de derechos para el empleado, como vacaciones y días libres, bajas remuneradas, etc. Y unos costes añadidos para ti como empleador.
Contratar a un trabajador implica incurrir en dos partidas de costes:
- El sueldo del trabajador, la cuantía que le pagues como sueldo bruto. Ésta influirá en el sueldo neto, la parte que el trabajador se embolsa cada mes.
- El pago a la Seguridad Social por parte de la empresa. Un porcentaje mensual que abonarás en base al coeficiente de cotización a la Seguridad Social.
Por otro lado, contratar a un trabajador no quiere decir que como empresario le pagues lo que se te ocurra: existe un marco legal que estipula el rango de sueldo que deberás pagar según el convenio colectivo del sector y Comunidad Autónoma o provincia y según categoría profesional.
Estos convenios establecen el salario mínimo por categoría profesional. A partir de ahí comienzan las negociaciones salariales a nivel personal, según exigencias, cualificación, experiencia, etc y condicionadas también por el nivel de competencia que exista.
Antes de dar este paso deberás asegurarte de que tu negocio está preparado y tiene capacidad de asumir esos costes.
Y además, también tienes que tener en cuenta que ese trabajador tiene derecho a jornadas libres, vacaciones y puede que en algún momento se tenga que acoger a una baja laboral por enfermedad u otra causa. Todo esto también lo tienes que valorar en términos económicos y en gestión.
¿Cuánto cuesta contratar a un trabajador por horas o por días?
Existe la posibilidad de contratar a un trabajador por horas o por días, dependiendo de la necesidad o tipo de trabajo.
Esta fórmula suele ser habitual en trabajos de fin de semana, hostelería, etc.
Y podría ser también tu caso, para dar respuesta a unas tareas determinadas o porque necesites ayuda extra de forma puntual por un golpe de trabajo, un proyecto determinado, etc.
En estos casos tienes que tener en cuenta estos factores:
- El sueldo mínimo también está regulado por convenio y además suele ser en base a un sueldo bruto más alto.
- Se ha de sumar el coste de Seguridad Social por parte de la empresa, que dependerá fundamentalmente del tipo de contrato y la duración de éste.
- Otros costes, como la indemnización por cese de contrato y el finiquito. En este concepto hay que añadir la parte proporcional de pagas extraordinarias y los días de vacaciones que le queden pendientes por disfrutar.
Diferencia entre contratar por horas o por días
En el caso de España, el Real Decreto-ley 28/2018 incrementa las cotizaciones en los contratos de corta duración. Esta medida surge de la necesidad de luchar contra la precariedad en el empleo y para evitar el abuso en la celebración de contratos temporales de corta duración.
Así, en los contratos de carácter temporal, cuya duración efectiva sea igual o inferior a cinco días, la cuota empresarial a la Seguridad Social por contingencias comunes se incrementará en un 40 por ciento. En la práctica esto supone que la cuota patronal por contingencias comunes aumenta hasta el 33,04%.
Igualmente, a esta cuota también hay que sumar la Cotización por desempleo, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) y la aportación a la Formación profesional.
Por lo tanto, la diferencia entre cuánto cuesta dar de alta a un trabajador por días sueltos o unas horas para cubrir un servicio, radica fundamentalmente en estas penalizaciones por la temporalidad del contrato.
¿Cuánto cuesta la Seguridad Social de un trabajador?
El autónomo o empresa que figure como contratante, además del sueldo bruto que debe pagar al trabajador, también tiene la obligación de pagar una cuantía adicional a la Seguridad Social.
Esta cuantía se calcula en base a cinco partidas:
- Cotización por contingencias comunes: 23,60% del sueldo bruto.
- Cotización por desempleo: 5,50% en contratos indefinidos; y 6,70% en contratos temporales.
- Cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales: el porcentaje depende de las tablas de cotización para cada actividad. Pueden oscilar entre el 1% para trabajadores de oficina y el 6,70% en actividades de alto riesgo, como la construcción o el transporte por carretera. Entre medias y a modo orientativo, en el comercio al por menor es del 1,85% y del 3,60% en actividades de limpieza y seguridad.
- Cotización por formación profesional: 0,60%.
- Cotización al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa): 0,20%
Pongamos un ejemplo.
Imagina que te puedes permitir pagar a tu trabajador una nómina de 1500 euros brutos al mes. El cálculo que deberías hacer no es 1500 x 12 meses.
Hay otros gastos ocultos que necesitas añadir y que van a incrementar la cuenta más de lo que te imaginas:
- Las 2 pagas extra: si las prorrateamos serían 250 euros más cada mes.
- La Seguridad Social: aquí tendrías que añadir las partidas que hemos mencionado: un 23,60% de contingencias comunes, un 5,5% por desempleo, un 0,20% para el Fogasa y un 0,60% en concepto de formación profesional. Estaríamos hablando ya de más de 2.200 euros al mes.
Además, tendrías que añadir lo que te costaría el finiquito si tuvieras que despedir y tener en cuenta cómo afectan los derechos del empleado a tu empresa.
¿Quieres saber cuál puede ser el coste de un trabajador a tu empresa?
Pincha en esta calculadora para conocerlo. De una forma rápida podrás editar los datos básicos y la herramienta te hará el cálculo.
¿Qué tipo de contrato hacer?
Respecto al tipo de contrato que ofrecer, en el caso de España hay muchas modalidades de contratos de trabajo: indefinidos, temporales, de formación, de prácticas, para emprendedores, etc.
Lo mejor es que acudas a un asesor laboral que te recomiende la mejor opción en tu caso para poder beneficiarte de las bonificaciones que haya activas en este momento. Aun así, esta guía te ayudará a encaminarte.
Cuánto cuesta contratar a un freelance
La tecnología ha cambiado el modo en que trabajamos y hoy en día hay más freelancers que nunca. Es, además, una fórmula laboral en tendencia y que sigue aumentando y se espera que crezca más en los próximos años.
Un freelance es un profesional que trabaja para una o varias empresas, temporal o permanente. Y se pueden clasificar de diferentes formas:
- El freelance clásico, que trabaja en uno o varios proyectos temporales de forma simultánea.
- El que realiza multitrabajos, combinando proyectos freelance con trabajos tradicionales, a jornada parcial. Muchos emprendedores digitales comenzamos de esta forma nuestra andadura en libertad.
Algunos incluso combinan un trabajo tradicional a tiempo completo con horas a proyectos freelance fuera de su horario de trabajo.
- El freelance dedicado, que trabaja para un solo proyecto durante un tiempo no definido. Pero más adelante trabajará en otros proyectos y para otros clientes.
En caso de recurrir a un autónomo o freelance, los costes para tu negocio serán básicamente los que acordéis por el trabajo que vaya a realizar el colaborador.
El freelance deberá enviarte un presupuesto con el precio de su hora de trabajo o del proyecto que le has encargado. Si lo aceptas y comenzáis a trabajar, simplemente recibirás una factura periódica con ese importe más el IVA (normalmente el 21%). Es decir, no hay nómina.
Para formalizar este tipo de relación, lo habitual es hacer un contrato comercial de carácter mercantil.
En ese documento se presenta a ambas partes, el objeto del contrato, cuánto durará el servicio, los honorarios, la forma de pago y otra información relacionada con el cese o resolución del trabajo.
Aunque no es obligatorio, el contrato mercantil permite formalizar la relación y tener ciertas garantías a las dos partes.
Ventajas de contratar a un freelance
Básicamente las ventajas se resumen en que tienes mayor libertad y menos compromisos.
No necesitas pagar ningún seguro, ni cotizaciones sociales y te evitas obligaciones, como las bajas laborales, el finiquito, etc.
Aunque el precio/hora de un freelance sea superior al precio/hora de un trabajador normal, su coste en comparación con la contratación directa es inferior.
El freelance paga sus propios impuestos y la mayoría de las ocasiones ni siquiera le tendrás que ofrecer equipamiento o espacio.
Además, influyen otros factores, como que el trabajador freelance está habituado a trabajar duro y a ser organizado. Para sobrevivir en su actividad ha tenido que capacitarse en recursos y aptitudes variadas que puedes aprovechar.
El profesional freelance espera ser juzgado en base a los resultados, no en función de las horas que ha dedicado a realizar un trabajo.
Y precisamente por estos motivos, puede resultar interesante para un negocio como el tuyo.
Desventajas de contratar a un freelance
Solo tendrás un contrato mercantil de prestación de servicios con esa persona. Es decir, seguirá siendo un profesional autónomo, que no pertenece a tu organización, sino que trabaja por cuenta propia.
No tienes un empleado, sino un proveedor.
Es fundamental que tengas esto muy claro. Como autónomo, tu colaborador tiene total libertad de horarios, puede atender a otros clientes y organizar su trabajo como considere.
y además debes tener en cuenta otro aspecto muy importante, relacionado con vuestro acuerdo laboral. Si el 75% de sus ingresos o más proviniesen solo de ti, trabajase jornada completa y sin posibilidad de rechazar ningún encargo que le hagas, estarías incurriendo en lo que se conoce como “falso autónomo”.
Esta práctica está prohibida y perseguida, cada vez más, por la Inspección de Trabajo con multas de entre 3000 y 10.000 euros.
¿Es mejor contratar a un trabajador o a un freelance?
Después de leer este artículo, quizá te has quedado con la duda de si es mejor contratar a un freelance o a un empleado.
Nuestro consejo es empezar siempre con un freelance. Tienes que mirar por tu negocio y, en consecuencia, elegir la opción más flexible.
Haz un contrato mercantil con un profesional autónomo de unas cuantas horas a la semana. Analiza el tipo de ayuda y dedicación que necesitas. Por ejemplo, puedes comenzar con 10 horas e ir ampliando poco a poco.
Si la experiencia es buena, puedes externalizar otras tareas y añadir más freelances al equipo.
Eso sí, con esta modalidad de contrato, ninguno de tus colaboradores autónomos debería trabajar más de 20 horas semanales para ti.
A partir de la media jornada, lo recomendable sería hacer un contrato de trabajo y dejar de tener un proveedor para tener un empleado.
La decisión no es fácil, lo sé. Y tiene que partir de ti.
Yo te puedo ayudar con los consejos y recomendaciones que te he dado, pero nadie mejor que tú debe saber el punto exacto en el que se encuentra tu negocio, qué puedes asumir, a qué estás dispuesto a arriesgar y cómo quieres establecer esta relación profesional con la persona que contrates.
En todo caso piensa que si necesitas ayuda para sacar adelante el día a día ya es una buena señal, es que el proyecto marcha.
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