Regularmente traigo a este blog reseñas de libros que me han gustado, que aplico en mi vida y negocios y, por supuesto, que creo que te podrán resultar muy útiles.
Así, te he hablado de La vaca púrpura e incluso te he ofrecido un listado de los mejores libros de sistematización de negocios.
En esta ocasión te voy a hablar de los hábitos necesarios para ser efectivos en la vida. Y lo hago por medio del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, de Stephen R. Covey.
Escrito en 1989, este libro fue nombrado como el libro de negocios más influyente del siglo XX y está considerado uno de los diez libros de gestión más influyentes de todos los tiempos.
Pero no se trata de un manual empresarial. Es un método que se puede aplicar por todas las personas y en todos los ámbitos de nuestra vida.
Es un manual de crecimiento personal.
Paradigmas y principios, según Stephen Covey
En “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” Stephen Covey propone un método en siete etapas para conseguir la efectividad en todos los aspectos de la vida.
Cada persona debe adaptarlo a su propia personalidad y aplicarlo libremente.
La primera idea que Covey transmite es la de la subjetividad de las percepciones, los paradigmas.
Un paradigma es la forma en la que percibimos e interpretamos el mundo. En base a los paradigmas de cada persona, piensa y actúa de una forma determinada.
Son nuestras propias lentes a través de las cuales vemos el mundo. Normalmente no nos paramos a pensar en ello, ni lo cuestionamos: lo damos por sentado.
Los paradigmas son la fuente de nuestras actitudes y conductas, la base de cómo nos relacionamos con las demás personas y nuestra actitud ante el mundo.
A menudo, estos paradigmas son creencias limitantes: pensamientos arraigados, a veces desde la niñez, que nos impiden avanzar.
No obstante, los puntos de vista de cada persona son diferentes y hay que tenerlo en cuenta para abordar las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida.
Cuanto más alto sea el nivel de conciencia que tengamos sobre nuestros paradigmas y de cómo ha influido nuestra experiencia, en mayor grado podremos asumir la responsabilidad de tales paradigmas, examinarlos, escuchar a los otros y estar abiertos a sus percepciones.
De esta forma, lograremos un cuadro más amplio y una visión mucho más objetiva.
Así, para poder cambiar una situación determinada, lo primero que tendremos que hacer es asumir que debemos cambiar el punto de vista y cambiar esas percepciones de raíz.
Einstein decía que no podemos hacer las cosas del mismo modo si lo que buscamos es un resultado diferente. Pues de eso se trata: de cambiar nuestros mapas mentales para conseguir abrirnos a otros objetivos.
Victoria privada vs victoria pública
Covey identifica los 7 hábitos que dominan las personas altamente efectivas.
Para conseguir esa efectividad, la trayectoria a seguir se fundamenta en dos conceptos, a los que denomina victoria privada y victoria pública.
Alcanzar la efectividad implica transitar por un proceso continuo de maduración personal.
Victoria privada
La victoria privada son los logros personales que se deben conseguir antes de poder interactuar de manera eficiente con nuestro entorno.
Consiste en ser capaces cada persona de liderarnos a nosotros mismos para conseguir vencer la dependencia y lograr así la Independencia.
Pasar de la dependencia que supone depender de otras personas, a la independencia, gracias a la cual nos convertimos en líderes de nuestras propias decisiones y determinaciones.
Esta victoria es personal, individual, y nos permite administrar nuestro tiempo, gestionar nuestras acciones y nuestros pensamientos.
El objetivo es llegar a liderar y conseguir trabajar en equipo.
Para ello Covey establece que se deben dominar los hábitos 1, 2 y 3.
Victoria pública
La victoria pública ayudará a aprender a trabajar en cooperación con los demás.
La clave para manejar las relaciones con los demás es manejarse a uno mismo.
Sin una victoria privada difícilmente se podrá obtener alguna victoria pública.
En otras palabras, la habilidad para gestionar óptimamente a los demás determinará en gran medida el éxito que se tenga en nuestro ámbito personal.
Dependerá de la forma en la que convivamos con los demás, el tipo de persona que llegaremos ser.
Cuando se ha conseguido la victoria privada y la independencia se puede abordar el camino hacia la consecución de la interdependencia.
Con este concepto se explica nuestra capacidad para optimizar nuestras relaciones, desarrollar el liderazgo y conseguir trabajar en equipo de manera efectiva, basado en relaciones de ganar-ganar, en las que todas las partes se benefician.
Con los talentos de cada persona independiente, se conseguirá lograr el bien común uniendo las fuerzas, aportando cada uno en su aspecto y trabajando con unos mismos objetivos.
Para conseguir la victoria pública se deben dominar los hábitos 4, 5 y 6.
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
La efectividad se apoya en los hábitos, que son la relación directa entre el conocimiento, la habilidad y la motivación:
- El conocimiento indica el qué y por qué hacer las cosas.
- La habilidad es el cómo hacerlo.
- Y la motivación supone querer hacerlo.
Así, un cambio de hábitos supone que hay un esfuerzo y una estrategia detrás y que se derivan del cambio de paradigma.
Analicemos los siete hábitos que identifica Covey para conseguir ser personas altamente efectivas.
1. Sé proactivo
Este es el primero y más importante de los hábitos, el que domina al resto: ser proactivo.
Ser proactivo es asumir la responsabilidad de nuestra propia vida y liderarla.
Esto supone que hay que actuar y tomar las decisiones de manera consciente y ser capaces de elegir y determinar cómo queremos que sea nuestra vida.
2. Empieza con un fin en mente
Fijarte las metas de lo que quieres ser y de lo que quieres conseguir en tu vida es el primer paso para lograrlo.
Si te propones un objetivo, tendrás un porqué, una razón para realizar las acciones y dar los pasos que te lleven a conseguirlo.
Covey plantea un bonito ejercicio para mostrar este punto y nos sitúa en nuestro propio funeral.
Si tuvieras la oportunidad de estar presente en tu propio funeral, ¿qué te gustaría escuchar a otras personas sobre ti? ¿qué idea te gustaría que tuvieran de lo que has supuesto para ellos?
Reflexiona sobre ello y piensa en cuál va a ser ese fin que te planteas.
3. Pon primero lo primero
La planificación es esencial para conseguir dar los pasos que nos proponemos para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado. Covey ofrece en este capítulo la explicación para conseguir planificar el día a día de forma efectiva.
Partiendo de identificar los diferentes roles en tu vida, como profesional, respecto a la familia, las relaciones, el ocio… El objetivo es conseguir mantener un equilibrio en todas y no descuidar ninguna.
Y, por otro lado, para planificar es esencial priorizar, saber diferenciar lo importante de lo urgente.
Una persona eficiente pone el foco en las cosas importantes, las que le llevan a conseguir los objetivos. Las urgencias surgen de forma imprevista, ese es su carácter, pero alguien que transita de urgencia en urgencia, peca de poca o ninguna planificación. Y así nunca conseguirá cumplir sus objetivos.
Como te he dicho antes, hasta aquí identifica los hábitos de conducta personales, los que nos ayudan a dominarnos a nosotros mismos. A partir de este punto incide sobre los relativos a nuestras relaciones con las demás personas.
4. Piensa en ganar-ganar
Cuatro son las opciones que surgen en las relaciones entre personas, basadas en el equilibrio de fuerzas:
- Perder/Perder: ambas partes pierden. Si uno pierde, el otro también.
- Perder/Ganar: perder para que tú ganes.
- Ganar/Perder: aunque yo gane, tu perderás a toda costa.
- Ganar/Ganar: ambas partes se benefician y ganan.
Pensar en esta última, ganar-ganar (win-win) es el estadio ideal para desarrollar la mentalidad de la abundancia. Porque ambas partes resultarán beneficiadas.
5. Busca comprender antes de ser comprendido
Esta parte es realmente interesante y se trata de abrir la mente e intentar entender el punto de vista de los demás. No dar por sentado que nuestras ideas son siempre y únicamente las válidas y que los demás están equivocados.
No existe una verdad absoluta y, como hemos visto en la primera parte, los mapas mentales de cada persona son diferentes.
En la aceptación, el respeto y este esfuerzo de entender a las demás personas reside la capacidad de abrirse.
6. Crea sinergias
Las personas necesitamos relacionarnos, crear sinergias. Conocer a personas de entornos diferentes, atender a la diversidad, ampliar nuestros círculos…
Ampliar nuestros mapas mentales y entender a otros mejora nuestra capacidad de compresión, de empatía y genera nuevas ideas, nacidas de pensamientos diferentes.
7. Afila la sierra
Avanzar es también reflexionar, pensar y analizar. No es hacer por hacer.
La naturaleza personal se basa en cuatro dimensiones de la naturaleza personal: física, mental, espiritual y emocional/social.
Afilar la sierra supone trabajar y cuidar cada una de esas dimensiones. La mejor inversión que podemos hacer en nuestra vida es la inversión en nosotros mismos.
Por ello Covey insiste en la importancia de dedicar tiempo a cuidarnos en todos los aspectos.
El símil que Covey utiliza se refiere a que un leñador trabaja con su sierra; pero tiene que tomarse su tiempo para afilar su sierra, para preparar el material con el que trabajará.
Si la sierra no está lo suficientemente afilada, no será efectivo, porque no trabajará al mismo ritmo.
¿Te ayuda a entender un poco cómo abordar la efectividad en tu vida diaria?
Como ves, no se trata solo de aplicarlo a nivel personal. Crear estos hábitos tiene efecto a nivel global. Y los beneficios provocan vivir en mayúsculas, ser capaz de estar atentos a lo que sucede y comprender mejor su trascendencia.
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