Cuando decidiste montar tu proyecto de emprendimiento ¿pensabas en auto emplearte o en montar un negocio?
A menudo se cae en la trampa de pensar que son lo mismo, pero no es así.
Si tu negocio está en el momento que ya no puedes ofrecer tus servicios tú solo y necesitas ayuda para cumplir con todo, felicidades: ha llegado el momento de contratar colaboradores.
Pero hacerlo exige también que cambies tu mentalidad en cierta manera y que inicies un proceso en el que tu negocio se prepare para funcionar sin ti.
Veamos cómo hacerlo.
Autoempleo vs negocio
El autoempleo te ha servido en un primer estadio para crear tu propio trabajo, ser tu propio jefe y desarrollar esa idea o sueño que te ha dado libertad.
Libertad entendida como romper los lazos que te ataban a las órdenes de otros y de trabajar para cumplir el sueño de terceras personas.
Como emprendedor, has tenido que poner todo de tu parte y debes seguir dando mucho: buscar tu misión, desarrollar estrategias y adaptarte para buscar soluciones a los problemas que te surjan.
Pero, si todo va bien, llega un momento que no puedes hacer frente a todas las tareas y funciones que tu actividad te exige. De lo contrario, corres el riesgo de quemarte, de no poder con todo y de trabajar como un esclavo para ti mismo.
Esto no es montar un negocio. Esto es tener un trabajo propio con el que pagar las facturas, recoger algún beneficio y poco más.
¿Cómo saber si es el momento justo de pasar del autoempleo al negocio?
Valora estas dos cuestiones:
- ¿Tu negocio genera ingresos aunque tú no estés presente?
- ¿Eres imprescindible para el funcionamiento en el día a día o tu negocio sigue vendiendo y ofreciendo servicios aunque no estés presente?
Es el momento de cambiar de paradigma y desarrollar estrategias de negocio. Dejar de trabajar solo y contratar colaboradores que te ayuden en el día a día.
Se trata de avanzar en tu misión y pensar en tu emprendimiento como un negocio.
Pero, ¿cómo buscar a ese colaborador que va a darlo todo por tu negocio y que va a cuidarlo como tú lo haces?
Lo vemos en los siguientes puntos.
Si quieres ir rápido camina solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.
Proverbio africano
Requisitos de un buen colaborador
Cuando piensas en contratar colaboradores debes desterrar esas creencias que te llevan a pensar que solo tú puedes hacer las cosas, que nadie las va a hacer igual de bien que tú y que si no las haces tú tu negocio deja de tener tu personalidad.
Es muy común pensar así. Pero debes mirarlo desde otro punto de vista: pensar más bien en que los colaboradores son especialistas en su área e incluso sus habilidades serán superiores a las tuyas.
Y será tu responsabilidad transmitir los valores de tu negocio y tu misión, para que sean conscientes y la hagan suya.
Veamos qué requisitos debe cumplir un buen colaborador.
Visión compartida
Tienes que rodearte de personas que comprendan en qué se basa tu negocio y cuál es tu propuesta de valor. Y se esfuercen en transmitirlo en cada una de las tareas que desarrollen.
El colaborador que elijas tiene que alinearse con tus objetivos estratégicos como negocio y con los objetivos tácticos que tú marques para cada área.
Entender el negocio y demostrar pasión
El colaborador tendrá que compartir tu pasión, entender a quién se dirige tu negocio y cómo ayuda a las personas indicadas.
Necesitas personas que se apasionen como tú lo haces.
Conocimiento en su área de trabajo
Los conocimientos técnicos que le exigirás al colaborador también son importantes.
Si solicitas ayuda es porque necesitas a alguien que, en su área de especialización, aporte sus conocimientos y habilidades y supere a las tuyas.
Que tenga experiencia en las tareas que le vayas a encomendar es importante.
Así no tendrás que emplear tanto tiempo en enseñarle o en que aprenda, podrá trabajar con autonomía desde el primer día y, además, podrá aportar más valor todavía, fruto de su experiencia.
Resolutivo y autónomo
Fruto de lo mencionado anteriormente, el colaborador deberá resolver los problemas sin que tengas que estar tú todo el día encima.
E incluso anticiparse a ellos.
Por lo tanto, deberá ser capaz de trabajar de forma autónoma y que realice las tareas asignadas incluso mejor que tú.
Compromiso
Tu colaborador debe comprometerse contigo y con tu negocio, pero también con tus clientes. Será el representante de tu negocio, de tu marca, frente a tus clientes.
Y, como tal, tiene que demostrar el mismo nivel de atención que tú ofreces.
Cómo contratar colaboradores
Si te ha llegado el momento de contratar colaboradores, debes prestar atención a estos pasos para encontrar al candidato que más se ajuste a lo que buscas y necesitas.
1. Define las tareas a realizar
La contratación comienza antes incluso de que hayas anunciado la oferta.
El primer paso te incumbe solo a ti: debes reflexionar sobre lo que necesitas, lo que deseas y lo que ofreces. Y encontrar el punto en el que seas capaz de recoger todo eso en una oferta.
Para ello, es importante que hayas documentado los procesos de trabajo de tu negocio y que tengas un manual de operaciones de tu negocio.
Este documento en el que se recogen todas las tareas de tu negocio y una descripción detallada del proceso para realizarlas.
Así, cuando detectas la necesidad de contratar un colaborador para una determinada función, será mucho más fácil la transmisión de las labores que deberá desarrollar y la integración con el resto del equipo será fluida.
Cuando tienes identificado todo lo que hay que hacer y cómo, es más fácil definir también cómo te ayudará la persona colaboradora.
2. Publica la oferta
Cuando tengas definido exactamente qué es lo que buscas, publica la oferta.
¿Dónde publicarla? Te doy tres ideas:
- En las plataformas donde los profesionales de ese perfil estén presentes.
- En plataformas de empleo especializadas: existen muchas en el mercado. Nosotros usamos Breezy.
En este artículo te explico cómo hacer el proceso de selección de personal.
3. Haz una criba inicial
Con tu lista de necesidades y tareas en mente, haz una primera criba de perfiles.
Descarta las que no encajan con el puesto y quédate con las que consideres mejores.
Esta fase suele ser complicada por la gran cantidad de ofertas recibidas y por la implicación emocional de descartar candidaturas.
No puedes contratar a todo el mundo.
Piensa que estás ayudando a quien contrates y que merece que seas fiel a los requisitos para el puesto.
4. Entrevista a los mejores candidatos
Selecciona un número limitado de candidatos y hazles una entrevista personal.
Cuando hayas escogido al que consideras que mejor se ajusta a lo que buscas, lanza la oferta para formar parte de tu equipo. Y firma un contrato que recoja las condiciones de trabajo.
Aquí un artículo sobre cómo formar un equipo de trabajo.
5. Crea un cuadro de mando
En cualquier aspecto de tu negocio es imprescindible medir lo que se hace. Sin medir no hay posibilidad de mejora.
Para ello, es imprescindible crear un cuadro de mando. Un cuadro de mando recoge los indicadores por los que se medirá el nivel de consecución de los objetivos.
En el caso de los colaboradores de tu empresa, reunirá los aspectos más relevantes a evaluar sobre las tareas y los objetivos asignados.
Te evitará que tengas que estar encima del colaborador continuamente para saber qué ha hecho y que le queda por hacer.
No te pierdas este artículo en el que te explico cómo crear un cuadro de mando.
¿Cómo lo ves? ¿Dispuesto a contratar colaboradores que te ayuden a afianzar tu negocio, hacerlo más rentable cada día y, sobre todo, liberarte de tareas?
Si quieres que tu negocio crezca hasta necesitar muchos colaboradores, apúntate a esta masterclass.
