¿Sufres el síndrome del objeto brillante?
Si este es tu caso tienes un problema grave.
Tienes un negocio en Internet que funciona, sin embargo, ves alguna tendencia o alguna nueva estrategia de marketing y quieres seguirla.
Ahora está de moda el dropshipping y, solo por eso, quieres hacerlo.
Tu modelo de negocio es el coaching pero quieres hacer algo que no tiene nada que ver solo porque te llama la atención.
Este es un error bastante frecuente. Tiene que ver con tu mentalidad y con tu foco.
Y puede destrozar, literalmente tu negocio.
Toma nota sobre cómo puedes superar el síndrome del objeto brillante.
¿Qué es el síndrome del objeto brillante?
El síndrome del objeto brillante o SOS (Shiny Object Syndrome) es un impulso que te lleva a sentirte fuertemente atraído por perseguir nuevos objetivos profesionales distrayéndote de tus rutinas y alejándote del éxito.
La novedad es el principal atractivo del síndrome del objeto brillante. Es una estrella fugaz que pasa delante de ti y te hace perder de vista tu camino.
Forma parte de la tiranía del corto plazo, en el que prima la velocidad, la facilidad y el mínimo esfuerzo.
Lo que ocurre es que si haces caso a esta llamada, te dedicarás a hacer cosas que no dominas, que no te llenan y en las que difícilmente lograrás resultados.
En tus manos está dejarte llevar por los cantos de sirena o seguir los pasos para alcanzar tus metas profesionales a largo plazo.
¿De dónde viene el objeto brillante?
La raíz del problema se encuentra en el rechazo de la responsabilidad propia.
Cuando tienes un problema (por ejemplo, los resultados no son los que esperas), tienes dos formas de verlo.
Puedes mirar hacia afuera y en este caso solo llegan excusas como: el mentor es mal mentor, el método es mal método, el mercado es mal mercado…
Todo esto es rechazar tu propia responsabilidad y culpar a los demás.
Esto se llama hacerse la víctima.
Vas a tener que cambiar tus creencias y tu forma de pensar.
Si asumes tu propia responsabilidad, ¿cuál es el problema si no tienes los resultados que deseas?
En estos momentos, no eres capaz de ejecutar las tareas del plan que tienes a un nivel de calidad suficiente para conseguir los resultados.
No tendrás más opciones que seguir formándote y seguir adquiriendo habilidades.
O bien invertir más en tu negocio, contratando a gente del mercado, que ya tiene estas habilidades que durante un tiempo determinado puede venir a apoyar y aportar estas cosas en tu proyecto.
De cara al cliente final, que lo hagas tú o que lo haga un tercero es completamente irrelevante.
Ellos lo que quieren es solucionar sus propios problemas.
Hoy tienes que comprar en el mercado esta habilidad o tienes que tener más paciencia y aceptar el hecho de que adquirirás estas estas habilidades.
Cómo superar el síndrome del objeto brillante
Para superar el síndrome del objeto brillante, sigue estos 7 pasos:
1. Céntrate en un solo modelo de negocio
¿Qué hay que hacer para no caer preso en este síndrome del objetivo que brilla?
Primero, tienes que elegir un modelo de negocio y solo uno.
Una vez que has elegido un modelo de negocio, no deberías cambiar nunca jamás ni tampoco tendría sentido cambiar de nicho.
Créeme, afrontar el reto de abrir un nuevo nicho de mercado completamente distinto es un reto mayor que no tiene sentido.
Entonces céntrate en un nicho de mercado y céntrate en un modelo de negocio.
Cuando miras la gente en el mundo digital, están todos enfermos saltando de proyecto en proyecto, de mentor en mentor y de curso en curso.
Es todo lo que pasa, pero esta no es una actitud inteligente ni sana.
Lo ideal es cambiar el chip y olvidarte de los emprendedores digitales que están intoxicados.
Mejor habla con emprendedores offline de toda la vida.
Son personas que trabajan en el sector de la construcción, fontaneros o cualquier otra profesión. Lo único que han hecho es mejorar su praxis en este oficio.
Mejorar su entendimiento de las necesidades de los clientes puliendo su base de clientes cada año, tratando de tener cada vez más clientes.
Y dejando los peores clientes para los novatos que entran en su mercado.
Si hablas con ellos, están tremendamente tranquilos con su actividad.
Pero también tienen una visión a muy largo plazo, esto es un pilar en su vida.
Es algo que no cuestionan, lo único que están haciendo es reforzar este pilar y crear nuevas ramas.
Necesitas visión a largo plazo, paciencia en la ejecución de lo que estás haciendo.
Cuando tienen dinero, invierten en su propio negocio, contratan a más personas o crean nuevos productos o nuevas experiencias.
Están obsesionados con servir mejor a sus clientes o con entregar sus proyectos más rápido.
Todo lo que hacen al final alimenta lo que es el tronco inicial.
2. Trabaja tu mentalidad
Deja de buscar el pelotazo.
Los negocios no son una lotería.
Por desgracia, hay mucha gente que emprende como si estuviera comprando un décimo en la Lotería del Niño.
Realizan una pequeña inversión (o no tan pequeña) y esperan un golpe de suerte que les cambie la vida.
No se involucran, no se esfuerzan, no se preocupan por los demás.
Solo les interesa hacerse ricos de la noche a la mañana.
No tienen propósito.
Su mentalidad no es la apropiada para un empresario.
Existen 2 tipos de mentalidad:
- La mentalidad fija: cree que la inteligencia es innata e inmutable.
- La mentalidad de crecimiento: cree que las habilidades son mejorables con trabajo y tiempo.
La primera pone la responsabilidad fuera, es determinista y se conforma con lo que tiene en estos momentos. Es mediocre.
La segunda sabe que hay un talento que viene dado y que necesita ser potenciado y trabajado para alcanzar el máximo potencial.
La mentalidad de crecimiento es una de las propuestas más relevantes para la educación actual.
Por lo tanto, siguiendo sus preceptos, la mentalidad se puede cambiar.
Si quieres cambiar de mentalidad y crear un negocio que impacte positivamente en la sociedad, te invito a descubrir cómo piensan los ricos.
3. Aléjate de las distracciones
Vivimos bajo un bombardeo constante de estímulos: notificaciones de WhatsApp, de Facebook, de Instagram, del email, noticias…
Nuestro cerebro está saturado.
Eso le impide centrarse en lo verdaderamente importante, algo que afecta tanto al ámbito profesional como al personal.
Por tanto, es algo a tomarse muy en serio.
Estos estímulos son muy adictivos para el cerebro, ya que son inputs positivos, fácilmente consumibles y que nos dan una gratificación instantánea.
El cerebro genera dopamina, que es conocida como “la hormona de la felicidad”.
La cuestión es que estas actividades poco o nada tienen que ver con una felicidad real y duradera, sino más bien con un pasatiempo pasajero.
Por este motivo, hay gente haciendo ayunos de dopamina.
Si estás enganchado, puede ser una buena opción.
Más allá de poner nombres o seguir modas, lo cierto es que para escalar tu negocio necesitas evitar las distracciones.
Si haces esto, tienes claros tus objetivos e implementas rutinas, estarás muy cerca de alcanzar el éxito profesional.
Para ser productivo, primero debes ser disciplinado.
Es un pequeño esfuerzo con un gran resultado.
4. Construye una comunidad
Ahí afuera también existe una mentira muy recurrente: debes ser experto para poder triunfar con tu negocio online.
Y esto es completamente falso.
Un experto es alguien que lleva 25 años en un sector, que tiene un montón de experiencia, que da conferencias, es un tío/a que sabe mucho.
El propósito de un negocio es muy sencillo: encontrar a un cliente que tiene una necesidad y tú tienes la capacidad de entregarle la respuesta a esta necesidad.
Si has encontrado este cliente, basta con entregarle tu solución para que él consiga el resultado deseado.
Con lo cual no se trata de saber más que otros en tu sector, sino de tener la capacidad de resolver el problema que tiene el cliente.
Existen dos tipos de profesionales:
- Los que entregan resultados.
- Los que venden humo.
Pero esto no es un problema digital, es un problema de toda la vida.
En el mundo offline, en el mundo corporativo, tenemos los recursos que realmente generan valor para las organizaciones.
Y luego tenemos a parásitos que lo único que quieren es desarrollar su carrera sin aportar ningún valor.
Están dispuestos a hacer mil tonterías para tirar a sus compañeros.
Esto es ley de vida, es naturaleza humana.
El mundo digital no es más que un reflejo de lo que pasa en otros entornos. No hay ninguna diferencia.
Si quieres superar el síndrome del objeto brillante, crea una comunidad en torno a tu proyecto.
Una comunidad de lectores satisfechos.
Una comunidad de clientes agradecidos.
Una comunidad de personas felices.
5. Atiende, ejecuta y repite
En el fondo todo lo que has aprendido en la vida (escribir, comunicar, tocar un instrumento, etc.) se basa en un proceso que es siempre el mismo.
Hay que atender, luego hay que ejecutar y hay que repetir. Es con la repetición que va aumentando el nivel de calidad de lo que estás haciendo.
No hay una varita mágica.
Esta es otra de las cosas que tienes que arreglar en tu mindset: no hay atajos.
No hay forma de resolver el problema que tienes de forma milagrosa ni garantizada en 30 días.
Esto no existe.
Es tan sencillo como esto: entender que tienes que hacer el trabajo duro para poder llegar a tus sueños.
Todos tenemos sueños que son muy potentes, lo que diferencia uno de otro es la capacidad de sacrificio para construir este sueño.
El éxito tiene un precio. ¿Estás dispuesto a pagarlo?
Si vas cambiando de curso en curso, de mentor en mentor, de método en método, lo que estás haciendo es rechazar tu propia responsabilidad.
Eres tú el que debe avanzar.
Nadie va a venir desde fuera a arreglar tus problemas, ni a construir un negocio que funcione.
Nadie será el punto de inflexión de un negocio en el que no estás trabajando.
La base en que tú ejecutas las cosas, tienes que ejecutar bien, con un nivel de calidad suficiente para conseguir resultados.
Y también tienes que contar con un sistema de control que te permita monitorizar el camino hacia tus objetivos.
Esto se consigue con un cuadro de mando integral.
Medir resultados es la mejor forma de mejorarlos.
Siempre que tomes acción después, claro.
Así que te aconsejo que trabajes de esta forma: busca un nicho de mercado, entiende las necesidades, trabaja una oferta, adquiere habilidades y refuerza tu capacidad de resolver este problema.
A partir de ahí, crea un sistema de venta online y transforma a más clientes.
No hay más secretos.
Así que ya sabes, deja de buscar ahí fuera objetos brillantes.
Toma la decisión de ser consciente, de quién eres, de lo que quieres y sobre todo, responsable del poder de tus propios actos.
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